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:desbordamiento de VAL DEL OMAR

José Val del Omar. Aguaespejo granadino, 1953-55.
Cortesía Archivo María José Val del Omar & Gonzalo Sáenz de Buruaga
Página web: http://www.valdelomar.com/inicio.php

Exposición
Fechas: 5 de octubre - 28 de febrero de 2011
Lugar: Edificio Sabatini, Planta 3 (Museo Reina Sofía, Madrid)
Comisarios: Eugeni Bonet, comisario principal, y Javier Ortiz Echagüe, asistente de comisariado

El perfil de José Val del Omar no puede ser adscrito a una actividad demasiada concreta, si bien tuvo su raíz principal en el cine. Perteneció a una generación que creyó en el cine como un arte de pleno derecho, antes que como un nuevo opio para las masas. Por otra parte, si se le vincula al medio cinematográfico es como un creador maldito, de obra exigua; al menos, en cuanto al metraje que se conserva actualmente. Un excéntrico en el seno de la cinematografía española, tan poco propicia al experimentalismo, que con el tiempo ha devenido en figura de culto cuya veneración se renueva y crece constantemente.

Val del Omar se dedicó en gran parte a la exploración tecnológica, tanto en aspectos concernientes al cine y a los retos planteados en su tiempo (cine sonoro, en relieve, en color, en pantalla ancha...), como en otros terrenos que incluyen la electroacústica, la radio, la televisión y las aplicaciones educativas de los medios audiovisuales. Algunas de sus invenciones pretendían soluciones prácticas, especialmente en el marco de la economía de la España de Franco, tan dependiente de las importaciones en materia de tecnologías, stocks de película y otros recursos. Pero otras se adentraron en la noción de espectáculo total con un instinto visionario insólito, más aún si se tiene en cuenta que muchas de sus ideas al respecto ya las hizo públicas entre 1928 y 1944. Éstas incluyen el desbordamiento de la pantalla y la persecución de un cubismo acústico y visual mediante el sonido diafónico, envolvente, y la tactilvisión con sus técnicas basadas en una iluminación pulsatoria, parpadeante. Además, Val del Omar siempre se mantuvo al corriente sobre los últimos medios y tecnologías y llegó a atisbar las que se abrían con la cibernética, el láser, el vídeo digital y los medios mixtos.
Misiones Pedagógicas
La época de las Misiones Pedagógicas, primera área de la exposición, reúne documentos e imágenes en relación con las actividades de Val del Omar en los años de la Segunda República, particularmente aquellas que le vinculan con la experiencia colectiva de las Misiones Pedagógicas. Incluye una amplia selección de las fotografías que se conservan en diversos archivos, así como las películas que han logrado recuperarse: Estampas 1932 y los documentales que rodó en Murcia, Cartagena y Lorca.
No se trata de aquí de autentificar su firma sobre las imágenes que se exhiben, sino de reflejar su participación como un misioneromás en un proyecto público que favorecía el anonimato, el intercambio de experiencias y conocimientos, y la libre circulación y reproducción de tales imágenes. Con un especial énfasis en la serie de fotografías de los rostros del público encandilado ante la pantalla durante las proyecciones ambulantes de las Misiones, otras imágenes y documentos se organizan en torno a las diversas actividades o secciones de este proyecto alfabetizador y culturalista – como el Museo Circulante o del Pueblo, Coro y Teatro del Pueblo, el Retablo de Fantoches de Rafael Dieste– y a las localidades recorridas y fotografiadas por Val del Omar en tierras de Andalucía, Galicia, Segovia, Las Hurdes...
Otros documentos expuestos hacen referencia a otras de sus actividades en el período republicano y durante la Guerra Civil. Y, ya con un salto de más de veinte años de por medio, también se incluye una recuperación archivística y parcial de Festivales de España, una serie de cortos documentales en la que trabajó en los años 1963-1964 (sin llegar a terminar su montaje y sonorización), con la que Val del Omar –pero no sólo él– creyó revivir el espíritu de las Misiones Pedagógicas.
Poesía de la técnica
Poesía de la técnica se refiere a la dedicación de Val del Omar a la invención tecnológica en los campos de la imagen y el sonido. Pero también al aliento poético subyacente en toda su actividad y al concepto que acuña de una mecamística o “mecánica de lo invisible”, donde la espiritualidad se cruza con la ciencia. Sustrato que se manifiesta en su particular manera de expresarse –incluso en sus escritos más técnicos y en la correspondencia burocrática–, y en la manera de visualizar las características de sus propuestas mediante diagramas, composiciones gráficas y collages.
Val del Omar ideó diversos sistemas de grabación y reproducción sonora y varios microproyectores de vistas fijas y móviles, indistintamente concebidos para una función didáctica u ociosa. En los años sesenta desarrolló diversos formatos cinematográficos (BiStandard 35, Intermediate 16-35 y otros), en busca de un mejor aprovechamiento de la película, tanto para los sistemas de pantalla ancha como para las nuevas necesidades que la televisión introdujo. También desarrolló la maquinaria necesaria para la aplicación de sus técnicas: diafonía, tactilvisión, pictolumínica... Y, entre otras ocurrentes invenciones, perfeccionó o adaptó a su conveniencia diversos aparatos de uso común en la producción y exhibición audiovisual.
Esta sección compendia dichos aspectos mediante documentos diversos: patentes, fotografías, gráficos, collages, elementos de demostración, etc. Como contrapunto a esta progenie mecánica, se proyecta la llamada “película familiar” que Val del Omar filmó en los años treinta, entre Granada, Madrid y Valencia, y en la que retrató a su esposa e hijas.
El Tríptico Elemental de España
El Tríptico Elemental de España, la obra más conocida de Val del Omar, tiene una presencia crucial en el recorrido expositivo. Consta de tres cortometrajes rodados en un lapso aproximado de diez años (entre 1953 y mediados los sesenta) en Granada y en tierras de Castilla y Galicia, tomando como motivos simbólicos los elementos agua, fuego y tierra respectivamente. Son la manifestación principal de su particular concepción cinematográfica en “la frontera entre la realidad y el misterio”, a través de la intensidad de unas películas a las que se refirió como cinegrafías libres, documentales abstractos o simplemente elementales. Aunque los concibió para la sala cinematográfica, el propio Val del Omar, en notas que datan de sus últimos años, dejó entreabierta la puerta para otras versiones y reconfiguraciones de este Tríptico o Retablo del duende de España. Sin llegar a soñar que algún día encontrarían en el espacio museístico uno de sus desbordamientos, más allá de aquellas técnicas específicas que imaginó para convertir su proyección en un acontecimiento. Cada uno de estos “tres anhelos de comunicar lo inefable” se presenta en un espacio propio y se acompaña con diversos elementos gráficos y objetuales creados por el cineasta granadino, libros de prensa, fotos de rodaje, descartes, diapositivas creadas a partir de fotogramas sobrantes, grabaciones sonoras y otra documentación.
Aguaespejo granadino (La gran siguiriya) se flanquea con otras proyecciones múltiples, mediante las que se yuxtaponen unos motivos constantes en las diversas filmaciones que Val del Omar realizó en su eterno retorno a la tierra en que nació. DesdeVibración de Granada (1935), que en cierto modo prefigura ya la soltura asombrosa de sus cinegrafías líricas, a las tomas en color que realizó en los años sesenta y setenta, tanto en 35 mm (y en su formato BiStandard) como en súper-8, que aquí se desglosan en dos series de imágenes ensambladas según algunos de los motivos y tratamientos que apuntó para un hipotético tríptico granadino que no llegó a consumar.
Fuego en Castilla (tactilvisión del páramo del espanto) –“ensayo sonámbulo en la noche de un mundo palpable” es otro de sus subtítulos– rebosa en el espacio entero por su iluminación parpadeante y sus percutores sonidos, fruto de una memorable colaboración con el bailarín vallisoletano Vicente Escudero.
Y en Acariño galaico (De barro), que Val del Omar no llegó a terminar de su propia mano, se trata de revelar su especificidad en cuanto a la dificultad que halló su autor para completarlo y sobre las fuentes que manejó Javier Codesal para el montaje póstumo y escrupuloso de este tercer eslabón del Tríptico.
Laboratorio PLAT
El espacio Laboratorio PLAT: tientos en Picto-Lumínica-Audio-Táctil presenta las diversas técnicas y ensayos de Val del Omar en sus últimos años, con una panoplia de medios mixtos que incluyen todo tipo de aparatos de proyección, lentes, polarizadores, filtros, obturadores, mecanismos, componentes electrónicos y “dedos láser”. Estos artilugios incluyen su óptica biónica ciclotáctil, su tetraproyector-adiscopio para pictolumínica, diversos Enoscopes (proyectores de transparencias) modificados y el sorprendente despliegue de múltiples dispositivos ópticos, mecánicos y electrónicos que constituye lo que él denominaba su truca: más bien una máquina de procesar y componer imágenes, donde las distintas fuentes convergen en una pantalla de retroproyección para ser tomadas por una cámara de cine o de vídeo indistintamente.
Todo esto se ha conservado en su laboratorio, prácticamente intacto después del fin prematuro, aunque presentido, de sus días. Como parte y consecuencia de este proyecto expositivo, se ha puesto de nuevo en marcha este complejo de aparatos que ahora sale de su reclusión y se presenta en estado inerte, pero rodeado de proyecciones múltiples, en un entorno que recrea la ubicación original del laboratorio PLAT: el espacio de trabajo que Val del Omar convirtió también en su espartano habitáculo.
Se proyectan diversas demostraciones o pruebas que Val del Omar filmó en súper-8 y en 35 mm, entre ellas la titulada Variaciones sobre una Granada, así como una selección de las diversas series de transparencias (diapositivas convencionales, vidrios y diakinas) que Val del Omar manejaba en estos singulares ensayos, o tientos, con los que imprimía dinamismo y otros efectos cinemáticos a unas imágenes fotográficas o creadas manualmente con materias tales como pigmentos, pequeños objetos o sustancias diversas que otorgan espesor y, por ende, relieve mediante los artefactos que ingenió para su proyección. Algunas de estas diapositivas, diakinas y vidrios se exponen también en cajas de luz.







Listado de películas que recomendáis

Atrapa a un ladrón. Alfred Hitchcock. USA. 1955. 97 min.
The Rocky Horror Picture Show. Jim Sharman. Reino Unido/USA. 1975. 98 min.
La ley de la calle. Francis Ford Coppola. 1983. USA. 94 min.
El sargento de hierro. Clint Eastwood. 1986. USA. 126 min.
La chaqueta metálica. Stanley Kubrick.1987. Reino Unido. 120 min.
Cadena perpetua. Frank Darabont. 1994. USA. 142 min.
Ed Wood. Tim Burton. 1994. USA. 124 min.
El odio. Mathieu Kassovitz. Francia. 1995. 95 min.
Seven. David Fincher. USA. 1995. 127 min.
Jackie Brown. Quentin Tarantino. 1997. USA. 151 min.
American History X. Tony Kaye. 1998. USA. 119 min.
Los amantes del Círculo Polar. Julio Medem. España. 1998. 114 min.
El club de la lucha. David Fincher. USA. 1999. 139 min.
Magnolia. Paul Thomas Anderson. 1999. USA. 188 min.
Dogma. Kevin Smith. 1999. USA. 135 min.
Waking Life. Richard Linklater. 2001. USA. 97 min.
Donnie Darko. Richard Kelly. 2001. USA. 113 min.
La ciencia del sueño. Michel Gondry. Francia. 2006. 105 min.
La vida de los otros. Florian Henklel-Donnersmarck. 2006. Alemania 137 min.
La desconocida. Giuseppe Tornatore. Italia/Francia. 2006. 118 min.
Al otro lado. Fatih Akin. Alemania/Turquía. 2007. 123 min.
Import/Export. Urlich Seild. Austria. 2007. 135 min.
Antes de que el diablo sepa que has muerto. Sydney Lumet. USA. 2007. 120 min.
The visitor. Tom McCarthy. USA. 2007. 103 min.
En la ciudad de Sylvia. José Luis Guerín. 2007. España. 90 min.
La ola. Dennis Gansel. 2008. Alemania. 110 min.
El secreto de sus ojos. Juan José Campanella. Argentina. 2009. 129 min.
Edén al Oeste. Costa Gavras. 2009. Francia/Grecia/Italia. 110 min.
Celda 211. Daniel Monzón. 2009. España. 110 min.